La resonancia magnética (RM), una modalidad diagnóstica importante, está fuera del alcance para más de 2 millones de personas en Estados Unidos, que tienen un marcapasos implantado para regular los ritmos cardiacos o un desfibrilador implantado para prevenir la muerte cardiaca súbita. Ahora, los cardiólogos reportaron recientemente que un protocolo que desarrollaron ha demostrado ser efectivo para permitirles a los pacientes con dispositivos cardiacos implantados someterse de manera segura a una RM.
Los hallazgos del estudio fueron publicados en la edición del 4 de octubre de 2011 de la revista Annals of Internal Medicine. “Creemos que este es el estudio prospectivo más grande de RM en pacientes con dispositivos implantados”, dijo el autor principal, Dr. Saman Nazarian, un electrofisiólogo cardiaco y un profesor asistente de medicina de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, MD, EUA). “Las guías que hemos publicado pueden ser usadas para hacer que la RM esté más disponible para las personas que pueden beneficiarse de la detección temprana de cáncer y otras enfermedades y para guiar a los cirujanos durante los procedimientos. La RM se considera superior a la TC en muchos escenarios clínicos, especialmente para imaginología cerebral y de médula ósea”. A la fecha, más de 700 pacientes con dispositivos cardiacos implantados se ha sometido de manera segura a exámenes de RM en Johns Hopkins.
Su estudio
prospectivo siguió a 438 personas con dispositivos cardiacos implantados a quienes se hicieron 555 RM. Casi todos los exámenes, 94%, fueron realizados en el Hospital Johns Hopkins. Los restantes fueron realizados en el Centro Médico Rambam (Haifa, Israel; www.rambam.org.il). Los investigadores descubrieron que con las precauciones apropiadas, los pacientes con marcapasos y desfibriladores pueden tener una RM con riesgo muy bajo de mal funcionamiento del dispositivo, movimiento, calentamiento, o causar ritmos cardiacos anormales debido a la energía magnética y radiofrecuencia generada por la imaginología.
Los dispositivos implantados en tres de los pacientes en el estudio (1,5%) tenían un evento de reinicialización durante una RM, lo que significa que la energía emitida desde el escáner causaba que los dispositivos regresaran al ajuste por defecto. Esta es una ocurrencia rara que necesita monitorización experta estrecha durante la prueba, pero es remediada fácilmente después de que termina la prueba. Ninguno de los tres tuvo mal funcionamiento del dispositivo, durante el seguimiento a largo plazo, entre las semanas 15 y 66. Uno de esos pacientes completó cuatro exámenes RM repetidos durante el estudio sin ningún problema.
El electrofisiólogo cardiaco e ingeniero biomédico de Johns Hopkins, Dr. Henry Halperin, empezó a investigar el tema de la seguridad de la RM con dispositivos implantados aproximadamente hace 15 años, probando una variedad de dispositivos. El protocolo de seguridad que desarrolló está siendo adoptado por instituciones a nivel mundial.
“Los marcapasos más nuevos hechos después de 1998 y los desfibriladores fabricados desde 2000 vienen con protección de interferencia electromagnética”, dijo el Dr. Halperin, que es un profesor de medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y autor del estudio. Además de la edad del dispositivo, el equipo de Hopkins verifica el tipo y configuración de las derivaciones unidas al dispositivo. Por ejemplo, si una derivación está desconectada y no hace parte de la función del dispositivo, una no sería recomendable una RM debido a que la punta del alambre puede calentarse mucho.
“Reprogramamos el dispositivo a un modo seguro mientras que al paciente se le hace la RM”, dijo Rozann Hansford, RN, MPH, un autor del estudio que monitoriza a los pacientes en el Johns Hopkins durante los exámenes. “Monitorizamos cuidadosamente la presión sanguínea del paciente, la actividad eléctrica del corazón y la saturación de oxígeno, y miramos cualquier síntoma inusual. Después de la prueba, reprogramamos el dispositivo y chequeamos cuidadosamente su función”. Los dispositivos de los pacientes son examinados de nuevo en tres a seis meses.
Los investigadores concluyeron que con un protocolo basado en la selección del dispositivo, programación, y monitorización cuidadosa del paciente, la RM puede ser realizada de manera segura en muchos pacientes que tienen un marcapaso o un desfibrilador. “Con el envejecimiento de la población y las indicaciones en expansión, este se ha convertido en un tema cada vez más importante, y un salvavidas para algunos pacientes”, anotó el Dr. Nazarian. Añadió que muchos de los pacientes con dispositivos cardiacos que han venido a Hopkins por una RM tenían tumores y otros problemas serios diagnosticados y tratados, mientras que esos problemas habían sido pasados por alto por una prueba de imaginología anterior, como un examen de TC o de ultrasonido.
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Fuente: Medical Imaging
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